Se inflama el corazón en estrecho pecho.
Bate rojizo en abrumador silencio;
en monótonos golpes que ya no aceleran.
La melodía de vida termina.
El aire huele a nadie
y el agua salobre del ocelo ya no cae;
respiro calmo sin sofocarme,
las aspiraciones largas no llegarán.
martes, 22 de septiembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario