viernes, 23 de julio de 2010

Runing

Runing, runing
Run to forget the time
Run to go away the real
Run happy and no see

I can´t see that my eyes are seing
I see your lips, your eyes, your smile

i can't hear the city, no more hearing
I hear yor voice and your brutal silence.

I'm not fall in love
I'm runing and no love and no time will trap me.

viernes, 16 de julio de 2010

NEMO

Si esta noche muriera, nada sorprendente pasaría.
Llantos cortos y comentarios hipocritamente positivos.
Me recordarían de muchos modos, pues soy de varios modos.

Tal vez unas semanas me recuerden, después, no habré sido nadie.
Ahora soy nadie, y qué más daría? No pasaría nada con nadie.

No había notado cuan importante es ser alguien.
Yo fui alguien...
Ahora soy nadie... ese hueco que dice que algo hay, pero no se distingue.

Sigo existiendo. Estoy ahí, como un cuerpo en el espacio.
Ya no soy alguien. Soy algo.

Si esta noche muero, dejo mi existencia y mi rastro de alguien...
Pero esos rastros, no serán de mios, pues yo ya sólo soy algo.

Serán rastros que tal vez lleven mi nombre.
Pero ese nombre ya no porta un alguien, porta un "nadie", un hoyo de ser, un algo...

sábado, 10 de julio de 2010

καιρός ποδου

Miré tus pies sólo un momento. Pies columbinos, uñas a manera de ornamentos.

Imagen sublime que tensaba mis músculos y proporcionaba más aire a mis pulmones.

Deseo
Satisfacción
Fantasía.

Tu obscuridad inconsciente. Mi obscuridad.

Con temor, lento y desesperado, acercaba hacia tus pies mis inseguras manos que, parecían jamás llegar a su objetivo. Era una imposibilidad que yo creaba.

Al fin! Mis yemas tibias rosaron la planta de tu pie. Y ahí, la piel era suave, muy delgada; y tenía la misma temperatura que mis manos.

Deslicé, apenas tocando tu planta, mis yemas titubeantes. Doloroso placer.

La sangre fluyó más rápido y mis pulmones tan grandes que llegaban hasta el estomago.

Suavidad y la idea de tocar la alba piel siempre abajo, siempre cercana al suelo.

Intenso goce que deseaba recordar y así prolongarlo.

Cada milímetro recorrido de tus pies fue un instante que se dilató en la gloriosa sensación que mis yemas proporcionaba a mi mente. Y mi mente, que, recordaba la imagen divina...

Me atreví y el placer aumentó. Rocé tu dedo meñique. Dejé de respirar. Músculos endurecidos y una tensión extraordinaria en los mismos.

Lo repetí. Y esta vez acaricié detalladamente tu hermoso meñique. Suave, pequeño, delicado. Y la yema de mi dedo anular se regocijó con tu uña delgada y filosa.

Me lancé sobre tus demás dedos, y también eran suaves y el goce aumentó. La irrigación de sangre y mi respiración aceleró. Tragaba mi saliva y mis pulmones ya eran tan grades que el aire se acababa.

La planta de tu pie, suave.

Tus dedos, atildados, de uñas, delgadas, filosas, lisas.

Efectuación, pragmático deseo.

Tu bello pie, en tu obscuridad, en la mía.

Mi goce, tu descanso.


Te agradezco el placer que ignoras. Tal vez, si lo supieras, también agradecerías. No lo sé y no lo sabré.

Pies francos. Instantes de místico placer.