Había llanuras y cielos cerúleos bajo la nuca;
placer que se llegó a la angustia
y yacía en palpitante entraña memoriosa.
Mas sobre natura,
estructuras de liquidas-cinéticas lenguas se fundan
y sostienen magnánimas torres contranatura.
Perdido en mudada llanura, el cielo calígine
me hace olvidar el color que antaño veía,
y ya la entraña memoriosa sólo la vena hinchar.
viernes, 4 de diciembre de 2009
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