domingo, 18 de octubre de 2009

Milagros de Jesus

Los milagros que Jesucristo realiza, no son, sino una provocación al demandante del milagro. Aquel que padece una afección no se libra de ella hasta que Jesús provoca en ellos fe, o les libra del pecado sin más poder que su voz.

Jesús le dijo: "Yo mismo iré a curarlo".(Matheo VIII:7)

Pero el centurión respondió: "Señor, no soy digno de que entres en mi casa; basta que digas una palabra y mi sirviente se sanará.( Matheo VIII:8)

Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que lo seguían: "Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel que tenga tanta fe. ( Matheo VIII:10)

Y Jesús dijo al centurión: "Ve, y que suceda como has creído". Y el sirviente se curó en ese mismo momento.( Matheo VIII:13 )

Hay que notar que en los supuestos milagros; Cristo alienta, anima, con bellas palabras la fe de aquellos que padecen. Exaltando la confianza en la fe de estos desdichados, logra infundir en ellos los bríos necesarios para superar los males que les aquejaban.

Jesús se dio vuelta, y al verla, le dijo: "Ten confianza, hija, tu fe te ha salvado". Y desde ese instante la mujer quedó curada. (Matheo IX:22)



En cuanto el hombre tiene consciencia de haber actuado mal, los remordimientos no le abandonan, y no siente en sus días descanso, hasta que a si mismo causa enfermedades o desgracias; sientiendo a través de su autocastigo pagar por el mal o pecados que hizo. Al otorgarle Jesus el supuesto perdón, el hombre se siente libre, ya de pecado, y el mal cesará.

Jesús dijo al paralítico: "Ten confianza, hijo, tus pecados te son perdonados". (Matheo IX: 22)

En el siguiente versículo Jesús hace una cuestión acerca de la facilidad entre dos sentencias:

¿Qué es más fácil decir: "Tus pecados te son perdonados", o "Levántate y anda"? (Matheo IX:5)


Sin embargo, cual fuese la sentencia funcionaria, pues ambas infundirán Fe. No obstante, la primera libera, y la segunda insufla Fe.

No hay comentarios: