jueves, 24 de enero de 2013

Yo no doy las últimas notas, ella, del otro lado de la cafetería, toca dos teclas, desesperada porque repito la misma melodía una y otra es sin finalizarla. Ella hace un cuento a partir de esas notas que ella escucha y toca con las teclas de la maquina. Él escucha las teclas, se asusta de la insistencia, y luego, en ese unitono, descubre algo, y hace una sonata inspirada en ese sonido...

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