Arrepentir del hombre que deja su vida, sus horas, sus oportunidades, sus goces... Por un absurdo reflejo que le alimenta el ego y que cree amar.
Dolor del hombre por perder eso que exaltaba su ser, pues perderlo es perderse, como si dejase su existencia en algo ajeno a sí.
viernes, 29 de junio de 2012
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