Seguiré pensando en aquel increíble museo de 35000 obras, en caminar por aquellas calles donde se reunen artistas a pintar, en esa torre la cual parecía terrible, pero gustav se atrevió, en ese museo que alberga el impresionismo, a ese otro donde están esculturas del más célebre escultor francés, en ese rio sucio e inspirador donde estuvo Lautréamont, en esa ciudad rapida e idealizada como bohemia. Ahora si quiero dormir y soñar, la terrible realidad de seguir aqui me entristece, me agobia.......
bon chance!
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